La autoconstrucción por esfuerzo propio : Es la expresión más básica de la autoconstrucción, en la que una familia construye su vivienda a lo largo del tiempo. Se trata de casos de autoconstrucción espontánea y autónoma. Se puede decir que este tipo de construcción es el modelo natural que usaron nuestros abuelos para la construcción de sus propias viviendas, se establece cuando un grupo familiar con su propio esfuerzo levanta su vivienda quizás ayudado por su familia extensa. El principio básico de partida es que la familia posee un lote donde establecerse con cierta certeza de su propiedad, aunque no necesariamente tenga el título de la propiedad, en el siglo pasado solamente valía la palabra de los padres o parientes sobre el uso del lugar. Sus principales ventajas o beneficios son:
La respuesta es un claro si, siempre y cuando se de una combinación de participación extensa, preferiblemente de una ONG apoyando o de técnicos del gobierno, la principal ayuda a las familias es facilitar las carencias que las familias tienen:
No necesariamente, si se tiene claro cuál es el rol de la ONG de apoyar no exigir o demandar de los nuevos propietarios más allá de sus posibilidades, no se trata de “formalizar” la informalidad sino de apoyar una transición ordenada hacia un modelo más robusto que considere un horizonte de aprovechamiento de la nueva vivienda acorde a las posibilidades de la familia, pero coherente con las prácticas constructivos más seguras y adecuadas a cada condición en particular.
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AutorMario A. Navarro es un consultor especialista en vivienda de interés social. Orientado a la elaboración, financiamiento y ejecución de proyectos, ha participado en organizaciones, programas y proyectos de vivienda de interés social y microempresa en toda la región Centroamericana, México y Panamá. Archivos
Marzo 2018
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