Cuando se piensa en vivienda social se asocia con la propiedad de la vivienda, partiendo del viejo refrán: “quien se casa, casa quiere” y de lo expresado por nuestros abuelos “la primera seguridad es contar con casa propia”.
El paradigma prevaleciente en nuestra latinoamérica es que el ser propietario es la opción, esto se reafirma con otras expresiones populares como “el alquiler es un desperdicio, es como intentar llenar un tanque sin fondo con agua”. Sin embargo las condiciones actuales han dado un cambio dramático y para algunas familias ubicadas en el área urbana, ahora el alquiler es la opción, veamos algunas razones: 1. Los tiempos de traslado desde la casa al trabajo y viceversa, se han incrementado en las zonas urbanas, producto de intenso tráfico y de la saturación de los medios de transporte. 2. Los ciclos de duración de un trabajo se han reducido de 12 años en la década de los 90´s a menos de 4 años en la actualidad. 3. Los costos de las casas nuevas cercanas al centro de las ciudades son realmente elevados razón por la cual excluye a un buen sector de la población, incluso el de ingresos medios. 4. Las condiciones financieras obligan a las familias a “comprar” viviendas en zonas alejadas del centro. 5. Los costos de transacción de viviendas, cuando se es propietario y se quiere vender, para cambiar de ubicación, son altos y la posibilidad real de venta requiere tiempo. Entonces es irreal pensar en cambiar frecuentemente de vivienda siendo propietario. Ante ello debemos explorar cómo abrirnos a analizar el alquiler con sentido social y ya existen algunas pequeñas experiencias al respecto: · En Chile, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo con su programa Subsidio Arriendo, · Regionalmente 2015-2017, el Banco Interamericano para el Desarrollo (BID), lanzó dos asistencias técnicas para obtener: Recomendaciones de Políticas de Vivienda en Alquiler en América Latina y el Caribe , donde se analiza a profundidad la temática. Entonces cabe preguntarse, ¿Es malo alquilar? ¿Se deben establecer condiciones favorables para desarrollar proyectos de alquiler?, ¿Se pueden combinar políticas de compra de vivienda social, con políticas de alquiler para estratos de bajo y mediano ingreso? E incluso ¿Se debe dar subsidio al alquiler?. ¿Cuál es su experiencia y posición al respecto?
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AutorMario A. Navarro es un consultor especialista en vivienda de interés social. Orientado a la elaboración, financiamiento y ejecución de proyectos, ha participado en organizaciones, programas y proyectos de vivienda de interés social y microempresa en toda la región Centroamericana, México y Panamá. Archivos
Marzo 2018
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